La culpa de todo la tiene el Tesorero de Scout de Argentina dijo uno. ¡No señor! dijo el Tesorero mientras buscaba un mango debajo del bibliorato.La culpa de todo la tienen los que no pagan la afiliación. ¡Mentiras! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro.
La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con la categorización ¡Falso! dijeron los de la Revisora de Cuentas mientras preparaban una nueva presentación para la Asamblea.
La culpa de todo la tiene la NCO; ellos se llevaron todas las ilusiones. ¡Pero, por favor...! dijo Rodolfo Escalada mientras escribía sus nuevas bases electorales.
La culpa de todo la tienen los Dirigentes de todo por 2$. ¡Calumnias! dijo Liliana Sainz mientras buscaba los últimos discursos de BP.
La culpa de todo la tienen los proveedores de la Tienda Scout que no tienen moral. ¡Se equivoca! dijo Julio Boquete mientras vendía a Diez mangos un libro que se llamaba "Haga su propios amigos" pero que, en realidad, sólo contenía páginas en blanco.
La culpa de todo la tiene la burocracia en SA que hace aumentar el gasto. ¡No es cierto! dijo un empleado mientas con una mano encendía la PC y con la otra atendía el teléfono.
La culpa de todo la tiene Pachioretti que promete una cosa para nosotros y hace otra para él. ¡Eso es pura maldad! dijo Ana Zacco mientras preguntaba dónde se hacia el Jamboree.
La culpa de todo la tienen los dueños de la Casa Scout que no nos dejaron nada. ¡Patrañas! dijo Nene mientras puteaba a todos desde Rivera Indarte.
La culpa de todo la tienen los de Santo Domingo Guzmán, ¡Perversos! dijeron los del ex Consejo de Grupo mientras bajaban línea para elaborar el mensaje en misceláneas.
La culpa de todo la tiene los lobatos boina verde. ¡Verso! dijo un Lobatito mientras buscaba que nudo debía hacer según el programa.
La culpa de todo la tiene Rodrigo G. Cao. ¡Malvados! dijo Rodrigo mientras quemaba una parva de libros Scouts juntamente con la biblioteca y el librero.
La culpa de todo la tiene Monseñor Rey que siempre se mete en lo que no le importa. ¡Blasfemia! dijo el Pastor Alegría mientras fabricaba un sumario abreviado.
La culpa de todo la tienen los padres del Comité que no educan a sus hijos. ¡Infamia! dijo un padre mientras trataba de recordar cuantos hijos tenía exactamente en el Grupo.
La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir. ¡Me ofenden! dijo Omar Crocce mientras arrebataba el ultimo rollo de tela de la tienda Scout.
La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra. ¡Desacato! dijo Marcelo Arroyo mientras enviaba el informe a su psicólogo que intentaba suicidarse.
La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo. ¡Ustedes están del mate! dijo un Rover mientras pedía explicaciones de por qué para hacer el modulo Nosotros había que saber leer y escribir.
La culpa de todo la tienen los Blogs porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios. ¡Censura! dijo Viviana Diez mientras, con los dedos cruzados, rezaba para que se grabe la reunión.
La culpa de todo la tiene Magoya. ¡Ridículo! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto. ¡Cobardes! dijo Montoto que de esto también sabía un montón.
La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces. ¡Paren la mano! dijo German Longuet mientras se protegía detrás del Balance del Jampan.
Yo sé quién tiene la culpa de todo.
La culpa de todo la tiene El Otro. ¡El Otro siempre tiene la culpa! ¡Eso, eso! Exclamaron diego Tanco, Marcos Crisistelli y Jorge Peralta a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro. Dicho lo cual, después de gritar un rato, llamar al Estudio Crovi y/o pagar algún Diario en San Rafael, nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar:
¡Qué flor de guacho que resultó ser El Otro...!
La culpa de todo la tiene El Otro. ¡El Otro siempre tiene la culpa! ¡Eso, eso! Exclamaron diego Tanco, Marcos Crisistelli y Jorge Peralta a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro. Dicho lo cual, después de gritar un rato, llamar al Estudio Crovi y/o pagar algún Diario en San Rafael, nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar:
¡Qué flor de guacho que resultó ser El Otro...!
PD: "Gracias Santiago Varela"
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