El silencio también tiene su significado, su sonoridad y su sentido. La palabra es el instrumento por excelencia, pero a veces, ¡qué fuerza avasalladora tiene el silencio! ¡Es el otro lenguaje de la vida del Scout!
Todos han vivido en estos últimos tiempos que existieron las palabras huecas y los silencios con un gran contenido. Antes de la violencia, las intrigas, las calumnias hay palabra scout, muy pocas veces se escuchan.
Antes de la conversión, de las grandes decisiones, de los pensamientos profundos, hubo silencio Scout.
En ese mismo sentido, el ejemplo de “la infoscout”, “kim Observa”, etc., se habían convertido en un simulacro de denuncias y muchas veces sus palabras fueron hojarasca que desorienta y enreda.
En este fin de Noviembre al sentarte delante de la PC y miras algún comentario en Misceláneas encontrás que ésta no es educativa sino más bien confrontativa y que tu silencio es voz interior que define y descubre a “otros” hermanos scout.
Si escuchas el cacareo de los heridos hablando demasiado, muchos de ellos te ensordecen. Más cuando tuvieron su oportunidad, histórica y no la supieron aprovechar. Hoy vienen más por revancha que por altruismo.
Pero los verdaderos Scouts callan, muchos piensan, intuyen que algo está pasando, y para bien de Todos y dejan hacer. Cuando se hacen las cosas de la mejor manera y en juego está “La palabra Scout” ella da un motivo, una demostración. En cambio el silencio de los que NO son Scout crea intriga, hacen sospechar y desear saber.
La palabra Scout es el verdadero argumento para defendernos nosotros, defender nuestras ideas, defender a nuestra Scouts de Argentina a nuestros pibes.
El silencio respetuoso de un scout no es obligar a que nos sigan sino que vean y los actos hablen, convenzan. Actitud de Servicio. Hay palabras que hieren y que confunden… y silencios que se entienden.
Hay labios de algún Rover que callando encierran un gran misterio, un abismo. Y palabras que desnudan y dejan al descubierto nuestra pequeñez como Dirigentes e hijos de Dios.
El silencio de los pibes estremece. Como algo que se nos queda dentro, sacudiéndonos.
El silencio del Scout es majestuoso. Soportamos las injurias, pero eso de bajar la cabeza y callar, nos paraliza.
El silencio Scout encierra el paisaje de un campamento, nos deja curiosos. La palabra lo pinta, lo adorna, nos deja saturados de alegría. En silencio, el corazón puede llevar un pájaro cantando. Y con palabras, a veces las mejores cuerdas no responden. En silencio, el corazón se hace secreto, se goza en sí mismo, no quiere que le entre nada más.
Con palabras, ese santuario queda abierto, y nos parece que lo profanan los demás, convirtiéndolo en noticia, en publicidad. En la palabrería, habla el mundo.
En el silencio, en el recogimiento, habla Dios. Es hora de que expresemos en los dos lenguajes, cada uno en su momento. Los que no son Scout no podrán rendir en este Diciembre la gran ciencia de la vida.