Thursday, October 13, 2005

Maten a cualquiera

El enigma de una vida Scout
1253 páginas

Maten a cualquiera es un entretejido de historias en las que, al modo de Mil y una noches, se trata de “mentir para no morir”. Muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta que el autor es corresponsal de guerra Asamblearia, es decir, un experto en el arte de la desacreditación.

Además de su larga trayectoria como Consejero, como escritor de ficciones en los Blogs, Nestor “Rino” Juliano ya ha publicado dos Blogs de cuentos y dos novelas de Scouts de Argentina. Maten a cualquiera es su tercera novela o su tercer Diario de cuentos: si bien se trata de doce cuentos (de acuerdo a las reuniones de Consejo), se encuentran interconectados entre sí, de modo tal que organizan una trama, constituyendo un relato policial en conjunto. A medida que avanza el Diario, avanza también la ilusión de ir descubriendo el hilo que une un acontecimiento a otro, para terminar siempre perdiéndonos en otra información, otras historias.

El primer cuento, “Vueltito Scout”, funciona casi como un prólogo o una advertencia al resto de la Asociación. Enmarcándose desde el comienzo en el género casi policial, el diario comienza a imprimirse en Av. De Mayo 666 de la Ciudad de Buenos Aires y termina su recorrido en la Ciudad de San Rafael Mendoza; coincidiendo en el mismo lugar dónde se imprime la Memoria y Balance de SA.

Con el misterioso estado vegetativo de “El Soguín” y con un sospechoso de asesinato del Jamboree, el narrador: Nestor “Rino” Juliano, que por supuesto señala que es inocente a partir de allí que intenta la imposible reconstrucción de la vida de “blogdekim”: “La mejor manera de saber lo que alguien no ha sido es leer su biografía. No hay nada más falso que la autobiografía ni más complaciente que una biografía”.
Emiliano Pérez, del Grupo Scout San Pedro scout artesanal y ex asesor literario de la editorial de su novio, encargado de “servir el té” en las reuniones de la NCO que Rodolfo organizaba, tiene acceso a una serie de cartas escritas y algunas recibidas por él. Estas cartas guardan secretos e historias, de las cuales Emiliano asume el trabajo de “compilador”. Desde entonces, la búsqueda de indicios que conduzcan a un oscurecimiento de los hechos se hace cada vez más confusa y kafkiana: “No hay Scouts, sólo hay culpables. Se lo digo, le digo que el derecho sólo existe para que haya procesos, no para que haya justicia”.

Los cuentos de Maten a cualquiera ofrecen miradas parcializadas, en diferente tiempo y lugar (un verano en Villa Traful, una conversación en Casa Scout, una mafia en la esquina de Libertador y Libertad, y hasta un secuestro de un nunca MS Jorge Kaloustian, entre otros) para hacer ruido en la Próxima Asamblea.