En el artículo 8vo. Se establecen las siguientes categorías de miembros: beneficiarios, activos, colaboradores, cooperadores, honorarios y asesores.
Como tales que somos de una u otra asignación todos estamos vinculados a nuestra querida Asociación, con sus defectos y sus virtudes. Excepto los que quieren vincularse como “Socios”; al estilo asociado a algún club u ONG de barrio y no beneficiarios del Método Scout.
Como tales que somos de una u otra asignación todos estamos vinculados a nuestra querida Asociación, con sus defectos y sus virtudes. Excepto los que quieren vincularse como “Socios”; al estilo asociado a algún club u ONG de barrio y no beneficiarios del Método Scout.
Esto llama la atención en el sentido amplio y práctico, más cuando proviene de un ex Consejero Nacional que tendría que saber clarmamente las pautas que establece el Estatuto. ¿Para qué? Para llevar adelante proyectos que no atenten contra la misma estructura normativa.
Conste que el silencio, aparte de su objetivo, es uno de los protagonistas principales de ésta historia.
Un silencio corporativamente cómplice. Socialmente destructivo. Un silencio transitoriamente útil para taponar la labor de un nuevo Consejo Directivo que todavía no tiene tres Reuniones de vida.
Estas intervenciones contienen vertientes de cierta culposa hipocresía, que prefieren presentarse con la distinguida discreción del recato de complicidad subjetiva como la Revisora de Cuentas que cuestiona lo que por Estatuto no le corresponde y entonces utiliza un foro que tendría que estar cerrado (Misceláneas) para crear divergencias y espantos. Que no construye sino por el contrario.
Se asiste entonces a un escenario de un Estatuto lejos de los Grupos Scout y más cerca del club de jóvenes, con orientaciones fantasiosas sobre educación. Y aderezado, para colmo, con las pasiones unánimes que se producen.
De todos modos, el poder del silencio emerge como el valor ampliamente superador que cubre, con la prepotencia del telón negro, la congénita debilidad de los verdaderos protagonistas que naufragan en el escenario cuando dicen realmente: nunca termina de sorprender el grado de desinformación en el que S.A. mantiene a sus "socios" cuando el creador de ésta frase fue fundador de la verdadera desinformación en el 2003/2005.
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