Mientras estamos despiertos, todos nos dedicamos a edificar nuestra conciencia scout. El trabajo es invisible y silencioso y, por lo tanto, pasa inadvertido para la mayoría. Sin embargo, se trata de la actividad más fundamental y de mayor trascendencia en la vida de un Dirigente Comprometido.
Todos edifican su conciencia constantemente, por mal que lo sospeche. A toda hora, en todo momento, uno crea el bien o el mal, el fracaso o el éxito, la felicidad o el sufrimiento en el “Gran Juego” de la vida mediante los pensamientos que uno concibe -las ideas que abriga, las creencias que acepta, las escenas y los sucesos que recrea- en el taller oculto de la mente.
Este decisivo edificio, a cuya construcción uno se dedica perpetuamente, no es más que uno mismo: tu personalidad, tu identidad en este mundo, la misma historia de tu vida como ser humano.
Si eres sabio, si eres inteligente, si practicas el sentido común, a la luz de lo que sabes edificarás positivamente, constructivamente, lo que se dice espiritualmente.
La pérdida constante de esa Conciencia Scout ha hecho que se llegue a donde estamos hoy, con un uso material por sobre la construcción de ese edificio maravilloso que es la Asociación. Se empieza a exigir en un foro cibernético de discusión al reciente nombrado Consejo, sin respetar los canales oficiales (Distritos, Zonas, etc.). En definitiva los que exigen saben que es la hora de la suma y de los que quieren construir Scouts de Argentina con esfuerzo, dedicación y trabajo, aunque por esto último algunos blog recurren al diccionario de la mediocridad porque no lo aplican muy seguido.
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