Un Consejerus Presidenciabilus: El ladrón de sombras.
El gigante “Consejerus Presidenciabilus” se presenta ante los peregrinos asamblearios y todos los asociados utilizando un cuchillo de monte metalizado brilloso con forma de bases presidenciales. Siempre por las noches, zas!! les corta las sombras y se las apropia.
A la hora del último sol en los Consejos, el Consejerus proyecta al mismo tiempo todas las sombras robadas, y es entonces cuando cae la noche en el templo de a calle Libertad.
En los últimos cuatro años, el gigante ha perdido algo de su vista. Esto es muy grave porque a veces se equivoca y se apodera de las personas y sus ideas, dejando las sombras abandonadas. Proponiendo a futuro lo que se olvido en el presente.
Los damnificados de siempre, los jóvanos beneficiaritus suelen intentar cuando tienen oportunidad una razonable defensa con fuertes gritos membresiables y voces de Urgente aviso:
-¡¡Consejerus, Usted atenta contra todos porque las sombras no gritan!!
Pero el gigante no hace mucho caso de estos argumentos, porque se está volviendo un poco sordo o un poco cruel.
El gigante “Consejerus Presidenciabilus” se presenta ante los peregrinos asamblearios y todos los asociados utilizando un cuchillo de monte metalizado brilloso con forma de bases presidenciales. Siempre por las noches, zas!! les corta las sombras y se las apropia.
A la hora del último sol en los Consejos, el Consejerus proyecta al mismo tiempo todas las sombras robadas, y es entonces cuando cae la noche en el templo de a calle Libertad.
En los últimos cuatro años, el gigante ha perdido algo de su vista. Esto es muy grave porque a veces se equivoca y se apodera de las personas y sus ideas, dejando las sombras abandonadas. Proponiendo a futuro lo que se olvido en el presente.
Los damnificados de siempre, los jóvanos beneficiaritus suelen intentar cuando tienen oportunidad una razonable defensa con fuertes gritos membresiables y voces de Urgente aviso:
-¡¡Consejerus, Usted atenta contra todos porque las sombras no gritan!!
Pero el gigante no hace mucho caso de estos argumentos, porque se está volviendo un poco sordo o un poco cruel.
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