Ante esta disyuntiva allí está entonces Miguelito Boero, hecho un nudo entre la necesidad y la tradición, entre sus colapsos nerviosos y el juramento a los “Juliano”. Atrapado además entre los aprietes de su tío Rodolfo (que no soporta que el sobrino esté más cerca de Casa Scout que él) y su sobrino Néstor Juliano, que le reprocha no tenerlo en cuenta. Y entre mamá Gabriela Marchelli, versión filicida de la mamma castradora y terrible y Viviana Diez se encuentra Miguel en la pelea por el acto del 25 de Mayo, vía mail y está a punto de entregarnos algo más que un secreto de confesión.
Más allá que de esa espesa red dramática digna de una novela de ficción que el trabajo de un Consejero, la mayor innovación practicada por Boero no reside tanto en haber incorporado ideología de izquierda acomodada a la vida íntima de SA (eso ya estaba con los Juliano) sino en haber revitalizado el género, poniéndolo en su justa perspectiva historica: La Mentira de parecer lo que no se es.
Como un héroe de cajita feliz, Miguelito Boero se enfrenta a la devastadora certeza de que la Asociación perdería un posicionamiento ante la sociedad. Claro entonces que mejor decir que el acto es “partidario”; cuando es organizado por los mismos que organizaron el del 24 de Marzo, pero ese no era político y ¿éste sí?. Claro en aquel fueron sus amigos los que piensan con el corazón a la izquierda y con el saludo de la derecha.
Estimado lector no te pierdas el nuevo juego y anota a los jugadores que queres que participen en "El ultimo patrullero" y haceles ganar un viaje al Jamboree del Centenario.
No comments:
Post a Comment