Estamos perdiendo a Scouts
de Argentina a pasos agigantados, se les da la espalda a su razón de ser como
asociación “Educativa”. Como diría un politólogo; la Institución se pierde cuando se alejan de los tres ejes centrales: el respeto al derecho, habitualmente referido como
igualdad ante la ley; la transparencia y responsabilidad por los actos de
gobierno, y a la alternancia en el poder.
Era de esperar que tarde
o temprano se presente José Accaputo para poder ingresar a la Asociación tras
los intentos fallidos años anteriores. La tentación de organizar y ser parte en
el negocio de la Conferencia Scout Interamericana (CSI) es muy grande y dejarlo
sólo a Juan Carlos “tengouncurrito” López es un desperdicio.
Después de 4 años,
reaparece la visión autoritaria del proyecto del grupo llamado “Revalorización”
y la también fracasada propuesta de la reincorporación, en oposición al
criterio que afortunadamente prevaleció siempre, el de la Asamblea Nacional. Se
recurre a la idea de decir que fue mal expulsado y hoy quieren sostener un
reingreso con forma de engendro legal articulado por Marcos “laseguridadeslaseguridad”
Fariña. Ahora entendemos porque viajaba al interior. No sólo para hablar sobre
el modulo de seguridad sino también para hacer la previa de José y su propia
postulación.
Nos deslizamos hacia la
destrucción de los límites. De por sí la Asamblea Nacional había subrayado que
no puede presentarse nuevamente el pedido de nulidad en atención al debido
respeto a lo resuelto por dicho órgano asociativo.
Ya no se trata de que
algunos quieran sustituir lo que escribió una Asamblea, que se repruebe los
modales o se mantenga el viejo modelo, léase el manotazo al fruto del trabajo
ajeno. Hoy se trata que asumamos la responsabilidad dictada por cada estamento;
Comisión Revisora de Cuentas, Corte Nacional de Honor, Estudio Jurídico Crovi y
Asociados.
No es cuestión de
elucubrar frívolamente sobre el subsidio que puede ingresar por la organización
de la conferencia Scout, sino que el deterioro institucional va a calar hondo
en la decadencia moral e intelectual de SA. Está en juego la Ley Scout, lo cual
equivale a decir que está en juego nuestra condición, tan degradada hoy por los
alcahuetes de siempre.
¿Se debería devolver el
valor actualizado del dinero que pago SA a José Accaputo por todo concepto y
aceptado por él? Si fuera un hecho la devolución, ¿el estudio Crovi tendría que
pagar daños y perjuicios por mal asesoramiento?
En este caso, es
evidente que el negocio acepta una justicia tuerta y una llamativa hemiplejia
moral, puesto que no se procesa a los ladrones que dieron inicio a negocitos
anteriores y que fueran denunciados desde este blog.
Pero de esto último no
se habla.
Enrique Muñoz