En la tarde del 23 de Diciembre de 1888 Van Gogh y Paúl Gauguin tuvieron un altercado en el cual se dijo que Van Gogh amenazó a Gauguin con una navaja. Más tarde esa noche Van Gogh volvió a la “Casa Amarilla” en Arles, donde él vivía y se mutiló.
Sosteniendo la navaja abierta en su mano derecha, rebanó su oreja izquierda, comenzando arriba en la parte de atrás y descendiendo de forma que toda la parte inferior de la oreja fue cortada de un tajo.
Esto dejó parte de la porción superior de la oreja asida como una horrible solapa de carne. Van Gogh luego envolvió la oreja en un paño y se las arregló para ir a su burdel favorito donde le presentó este “regalo” a una prostituta. Llamaron a la policía y Van Gogh fue posteriormente hospitalizado. El tejido dañado de la oreja fue puesto en un frasco con alcohol en caso que se necesitara como evidencia. Algunos meses después fue desechado.
Parece que la historia sobre "La oreja de van Gogh" de 1888 tiene un roce significativo con parte de nuestra SA. La historia de la comisión revisora de cuentas (CRC) se asemeja casi de forma perfecta; salvando las identidades, claro.
Momentos de tensión y mala intencionalidad no hacen más que ratificar nuestras denuncias, dónde la improvisación es sinónimo de oportunismo y de haber perdido una oreja, justo la utilizada para escuchar la realidad de los asociados.
Sosteniendo la navaja abierta en su mano derecha, rebanó su oreja izquierda, comenzando arriba en la parte de atrás y descendiendo de forma que toda la parte inferior de la oreja fue cortada de un tajo.
Esto dejó parte de la porción superior de la oreja asida como una horrible solapa de carne. Van Gogh luego envolvió la oreja en un paño y se las arregló para ir a su burdel favorito donde le presentó este “regalo” a una prostituta. Llamaron a la policía y Van Gogh fue posteriormente hospitalizado. El tejido dañado de la oreja fue puesto en un frasco con alcohol en caso que se necesitara como evidencia. Algunos meses después fue desechado.
Parece que la historia sobre "La oreja de van Gogh" de 1888 tiene un roce significativo con parte de nuestra SA. La historia de la comisión revisora de cuentas (CRC) se asemeja casi de forma perfecta; salvando las identidades, claro.
Momentos de tensión y mala intencionalidad no hacen más que ratificar nuestras denuncias, dónde la improvisación es sinónimo de oportunismo y de haber perdido una oreja, justo la utilizada para escuchar la realidad de los asociados.
Algún "Van Gogh" tendría que dejar de lado los intereses personales y ponderar el "Bien Común". En estos días está a nuestro alcance decidir para que se utiliza la navaja; si para cortar por lo sano o ver quien es realmente Gaugin si la Asociación o algún hermano. Tampoco es bueno exibir en todos los ambientes nuestras miserias, por lo menos la Oreja de Van Gogh estaba en un frasco, que luego deshecharon. ¿Y la CRC?
Enrique Muñoz
PD: Disculpen las demoras desde Italia sigo los acontecimientos desde el mes de Abril. Pero si quieren escribir lo pueden hacer a lapatrullascout@yahoo.com.ar
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