Scouts de Argentina sobrevive al
final, con insuficiente comodidad. La Ley Scout, la Promesa y la Metodología fueron
y seguirán siendo alteradas de acuerdo a las necesidades.
La Gestión tendrá varios lados para criticar pero el más vulnerable
será, sin lugar a dudas la Dirección de Comunicaciones que lo arriesgó todo por un innecesario protagonismo.
Una
clara mayoría del 75% de los Dirigentes rechaza la escenografía montada alrededor
de un Director que intercambia su frustración personal con la música y la falta
de idoneidad en la comunicación institucional que no tuvo muchos méritos, por algún reconocimiento.
La
votación, en la que la dirigencia scout expresa lo que puede a voluntad siempre es engañada,
ya que no se puede hablar de temas puntuales sino a través de un cuadernillo
asambleario prearmado y acordado entre amigos al mejor estilo del diario de Irigoyen.
La herramienta se puede reemplazar con una de mejor calidad y evitar el catastrófico desempeño elementales como la comunicación y la imagen institucional. Así una potencial ruptura del
viejo estatuto, representa un poderoso recordatorio de las virtudes de la
democracia dentro de una Asociación.
La
tecnología puede ser la gran facilitadora. Puede acercar la democracia a la base
dirigencial. Así debe ser el futuro de Scouts de Argentina. La unidad sólo
puede aspirar a tener mayor legitimidad si está preparada a poner a prueba su
fortaleza en las urnas.
De esto no te hablan
Enrique MUÑOZ
Redactor